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Echarse la siesta: todos sus beneficios para tu descanso

04/06/2024

¿Reconoces esa sensación de somnolencia que suele darse a principio de la tarde? Es un efecto común, que se produce tanto si has comido como si no, y que tiene que ver con una caída natural en el estado de alerta del organismo que se traduce en la necesidad de dormir un poco.

Echarse la siesta tiene numerosos beneficios y algún inconveniente, casi siempre producido por no respetar el tiempo recomendado.

Así que si deseas saber por qué tu cuerpo te pide siesta, en qué casos es recomendable ese descanso o cómo hacerlo de la mejor manera, sigue leyendo para despejar tus dudas.

¿Por qué dormimos la siesta?

Llamamos siesta a ese corto sueño que echamos a primera hora de la tarde, y que suele asociarse con un descanso después de comer.

En España nos consideramos inventores de este descanso, pero lo cierto es que está instaurada en muchos otros lugares con Países Bajos a la cabeza, seguidos de Nueva Zelanda.

Aunque tenemos fama de dormilones, un reciente estudio de ASOCAMA indica que actualmente 6 de cada 10 españoles han renunciado a una buena siesta , y se están perdiendo todos los beneficios que ofrecen.

Sabías que…
La siesta es sana: no debes caer en el error de que es solo un recurso si estás muy cansado, porque en 2006 la Universidad de Manchester reveló en un estudio que ciertas neuronas se desconectan después de las comidas. Lo adecuado es descansar hasta que vuelvan a activarse.

Es lo mismo que hacen los animales después de comer, cuando se desactivan las señales de vigilancia que les mantienen alerta para localizar alimentos.

Piensa que el ser humano es un mamífero, con una estructura física similar a otros de su especie, una de cuyas características es realizar descansos durante el día. Son lo que se denominan durmientes polifásicos, es decir que alternan sueño y vigilia varias veces al día.

Hoy en día, de ese ritmo alternante solo nos quedan la siesta, y la siesta del carnero (o del cordero). Es como se conoce a la cabezada que se echa antes de comer, en alusión al pequeño descanso que hacían los pastores tras caminar toda la mañana en busca de buenos pastos.

Beneficios de dormir la siesta

Dormir una siesta tiene múltiples ventajas para nuestro cuerpo y nuestra mente, avaladas por la comunidad científica.

Sabías que…
Está igualmente recomendada para quien hace un ejercicio físico intenso, como para quien realiza un trabajo intelectual. Y sus efectos son semejantes en todas las edades, pese a que solo obligamos a los más pequeños a realizarla.

Aquí tienes una muestra de todo lo que te aporta este descanso después de comer:

Repara el sistema inmune y endocrino. Un breve descanso tiene efectos positivos sobre ambos sistemas, equilibrando hormonas y defensas. Sobre todo si no duermes bien por la noche, media horita de siesta puede ayudarte a compensarlo.

Protege el corazón y combate la hipertensión. En este caso hay que realizar una siesta de 45 minutos para lograr reducir la presión arterial y el estrés, como sugiere este estudio.

Recupera tu nivel de energía. Después de comer, el cuerpo libera una hormona llamada leptina que transmite la sensación de saciedad. Este nivel nos vuelve física y mentalmente lentos, por lo que si aprovechamos ese rato para descansar, salvamos ese momento de menor eficiencia.

Reinicia tu estado de ánimo. Si eres de los que hacia la tarde se vuelve irritable, este descanso te ayudará, puesto que te despertarás sereno y de mejor humor. Lo puedes observar fácilmente en los niños, pero en los adultos produce el mismo efecto. La explicación es que, al dormir, nuestro cerebro se inunda de serotonina, un neurotransmisor que proporciona una sensación de bienestar.

Te permite controlar tus respuestas emocionales Durante el sueño se procesan las experiencias vividas durante el día. La neurocientífica Rebecca Spencer comprobó además que la siesta tiene un papel en todo ese proceso, colaborando para crear una memoria emocional sana y controlar nuestras reacciones.

Mejora la memoria. Cuando un dato se registra por primera vez en el cerebro, se aloja en el hipocampo, un lugar que olvida fácilmente. Al descansar durante la siesta, esos recuerdos pasan al neocórtex, que es una zona de almacenamiento más duradera.

Acelera el aprendizaje. Un estudio de la Universidad de California Berkeley concluyó que durante la siesta se borra la memoria de almacenamiento a corto plazo, lo que ayuda a implementar nueva información. En el experimento, el grupo que durmió siesta logró mejores resultados. Si estás estudiando, se recomiendan siestas largas de entre hora y hora y media, en posición horizontal.

Reduce el consumo de bebidas excitantes. Si usas el café para mantenerte despierto después de comer, puedes sustituirlo por una siesta reparadora.

Complementa el sueño nocturno, sobre todo si has dormido pocas horas. De este modo, ambos descansos se suman.

Además, en niños de entre 10 y 12 años, un estudio revela que la siesta del mediodía les aporta autocontrol, mejor estado de ánimo, menos problemas de comportamiento y un cociente intelectual más alto. Y un truco para los padres: invertir ese ratito en descanso supone menos tiempo frente a las pantallas.

Cuánto tiempo debe durar la siesta

Tomando como base que todos somos diferentes y cada uno debe encontrar qué tiempo de siesta le reporta más beneficios, casi todos los estudios científicos se ponen de acuerdo en que lo ideal está entre 15 y 30 minutos .

Tras ese tiempo te despiertas totalmente despejado, con energía y excelente estado de ánimo, síntomas que durarán horas.

Es lo que en España se conoce como siesta de la cuchara, en honor a Salvador Dalí. Él afirmaba dormir la siesta sentado con la cucharilla del café en la mano. Cuando conseguía un sueño tan profundo que esta caía al suelo, se despertaba y daba el descanso por finalizado.

Sin embargo, las siestas que producen mejores efectos en el cerebro son largas –de hasta hora y media-. El problema es que no le sientan bien a todo el mundo porque puedes despertarte durante la fase de sueño profundo, y te sentirás adormilado y lento de reflejos al despertar.

Desventajas de dormir la siesta

Más que inconvenientes, la siesta puede alterar nuestro cuerpo si no respetamos algunas reglas:

 Problemas en el ritmo de descanso. Una de las desventajas que experimentan algunas personas es que por la noche les cuesta más dormir. Los expertos dicen que puede deberse a una siesta tardía, realizada cerca de la noche, o muy larga, que altera los ritmos circadianos y pueden dificultar el sueño.

Produce cefalea hípnica o cefalea despertador, que no es frecuente y afecta solo a personas predispuestas biológicamente a ello.

Está contraindicada en personas con enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC), pues les puede producir fatiga o incluso insuficiencia respiratoria.

Inercia del sueño. La sufres si al despertar de la siesta te sientes desorientado y aturdido. La Dra Sara C. Mednick indica que esto sucede cuando te despiertas de un sueño profundo, de ondas lentas. Para evitarlo, limita tu siesta a 15 minutos.

Hay personas que se levantan más cansadas después de una siesta. Para ello puede ser recomendable poner en práctica la siesta cafeinada. Te tomas un café y echas la siesta mientras la cafeína hace efecto. Te despertarás con los beneficios de la siesta y el café incorporados.

 

Importante
Uno de los mitos a desmentir es que la siesta engorda, ya que no se ha demostrado científicamente que altere el proceso metabólico.

Consejos para disfrutar de una siesta reparadora

Acabas de comer y comienza ese sopor que te invita a echar una siesta. Si quieres disfrutar de todas las ventajas que acabas de leer, ten en cuenta lo siguiente:

  • La mejor hora para dormirla es sobre las 13 y 17 horas (para hacer el cambio horario de verano o invierno, cambia la hora progresivamente en tramos de 15 o 30 minutos). Si no respetas este tiempo, no duermas la siesta a media tarde, para que no altere tu rutina de sueño nocturno.
  • El tiempo de siesta recomendado para obtener los mejores beneficios es media hora, pero tu cuerpo te dirá si le llegan veinte minutos o si hay que alargarla un poco más para levantarte despejado.
  • Desabrocha los botones o cremalleras que puedan presionar tu cintura, muñecas o cuello. El objetivo es que la sangre fluya libremente.
  • El lugar debe ser fresco, silencioso y tener una luz tenue. Si puedes tener la ventana abierta y estar un poco recostado, en lugar de sentado en ángulo de 90⁰ notarás mejor los beneficios, puesto que la espalda eliminará presiones y no notarás reflujo gástrico.

Ahora que conoces la importancia que tiene para tu cuerpo y tu mente echar una siesta después de comer, piénsalo bien antes de sacrificar ese ratito de descanso diario, por mucho que tengas que hacer por la tarde.

El propio Albert Einstein recomendaba la siesta para refrescar la mente y ser más creativo. Y a él le dio resultado, ¿no?